Que triste es
sentir que todo parece salirse de lugar cuando uno creía que los engranajes de
la vida habían hecho que el destino se engrane con nuestra existencia, pero
cuando más cómodo uno se siente es cuando mas inestable se pone el transitar
diario, la calma muy rara vez antecede a la tormenta, sino que todo lo
contrario viene luego de que paso ese inestable clima que nos da el devenir
diario.
Todo es luz hasta
que algo se interpone y quedas en la penumbra de la soledad. Como barco a la
deriva que se encuentra a merced de cualquier viento que sople a favor y te
lleve a otro lugar lejos de donde se avecina esa tormenta de recuerdos y
lamentaciones, de lo que uno hizo o no. Pasada esa tormenta que muy pocos
logran esquivar empieza la búsqueda no solo por la identidad sino por aquello
que creías perdido y que no se encuentra afuera, sino en tu interior que es la
fuerza que te impulsa a seguir mas haya de los malos pasares que te tocan. Lo
positivo en lo que uno puede pensar puede llegar a ser tan extraño que puedes
lograr lo que quieres o te propongas con solo cerrar tus ojos y decir si puedo.
Pero lo negativo que nace de la soledad vacía solo enajena el alma con
pensamientos pesimistas que solo logra una cosa que es dejar que todo se vea
como obstáculos de difícil alcance y pone en tus ojos esa venda de dolor, odio
y resentimiento.
La búsqueda nace
de una pérdida, pero si pensáramos que por cada cosa que nos pase perdemos
algo, pero también ganamos entonces tendría que existir un equilibrio, por lo
tanto lo malo no lo es tanto y lo bueno es aun mejor. Pero a veces la realidad
no sigue a nuestros pensamientos y a veces el pasado de las cosas pesa, no
pienses mas en ese pasado o en esa búsqueda solo quédate con lo que eres y acéptate
como tal, quien cree en si mismo no necesita creer en nada mas. Tienes más para
dar y hoy lo puedes dar…
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